En la operación del día a día hemos sabido de la existencia del buró de crédito y sus bondades e implicaciones y ahora debemos conocer la existencia del buró laboral y como es utilizado como herramienta para marginar trabajadores, lo que sin duda constituye un acto de discriminación.
El buró laboral es una lista negra con información de carácter personal relacionada con la trayectoria laboral de los trabajadores. Permite a los departamentos de recursos humanos discriminar candidatos a puestos de trabajo a partir del prejuicio y de información sesgada y descontextualizada. Los índices de trabajadores se nutren principalmente de información pública, como la difundida por instancias de solución de controversias laborales, acuerdos y resoluciones en donde se encuentran datos personales de las personas involucradas en un litigio. Ir a juicio laboral es ir al buró laboral, sin importar si se tenía razón o no, si se ganó, se perdió o se concilió.
A pesar de esto no debemos olvidar que tenemos como trabajadores de cualquier formación técnica y profesional la primera posibilidad de defensa es la de acudir al INAI “para presentar una queja o una denuncia”. Otra, es presentar una demanda por discriminación.
Estas posibilidades de salir del buró laboral son:
1. Acudir al INAI para pedir asesoría y acompañamiento en el ejercicio de derechos ARCO (acceso, rectificación, cancelación y oposición), como instrumentos para evitar el tratamiento de datos personales por parte de las empresas que desarrollan y ofrecen los servicios de buró laboral (INAI), o
2. Presentar una demanda por discriminación. “Los trabajadores lo que deben hacer también en el momento en que solicitan un trabajo y que saben o tienen la sospecha de que no se les contrata porque están en una lista de este índice famoso —el buró laboral— hay que hacer una demanda por discriminación”. El organismo público que puede orientar en el tema es el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).